Puntualizando que las habilidades blandas, son habilidades sociales e interpersonales y las habilidades duras son técnicas, considero que la complementación entre ambas es la comunicación, está habilidad es de suma importancia en la inteligencia emocional y en la resolución de problemas;ya que, al ser expresados de manera asertiva y efectiva las emociones, las creencias, los sentimientos, las ideas, las inconformidades, se ponen sobre la mesa las perspectivas laborales técnicas y sociales, mejorando la capacidad de negociación y análisis holístico de los factores humanos y técnicos (Sinek, 2014; O Reilly, 2013; Goleman, 1995)
Cuando los trabajadores en una empresa se ven involucrados en el trabajo en equipo, fortalece el vínculo entre ellos y por ende, la comunicación, beneficiando a la empresa, volviéndose más eficiente, aumentando la productividad, así como el desempeño laboral.
Así se pueden afrontar diversos problemas dentro de las empresas, con las habilidades blandas como elemento clave para solucionar los problemas que pueden surgir con el día a día.
Antes, las habilidades duras eran más valoradas en las empresas con respecto a las blandas, no obstante, no era mejor el mercado de hace tres décadas en comparación con el actual, pues hoy en día se le ha dado el mismo nivel de importancia a las habilidades blandas. Dentro de las más importantes de estas, se encuentran la comunicación efectiva, empatía, integridad, humor, entre otros (Ordores, G., 2023).
- Ordores, G. (2023) El impacto de las habilidades blandas en el desempeño laboral de una empresa industrial. Universidad César Vallejo. Recuperado de: https://repositorio.ucv.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12692/130747/Ordores_LGB-SD.pdf?sequence=1&isAllowed=y
El entorno laboral y social del siglo XXI es acelerado, cambiante, con la necesidad de respuestas inmediatas y poco tolerante, con la inteligencia artificial al alcance de varios grupos sociales y con una cantidad de información en la web que no siempre es fidedigna y llega a superar al usuario, con todos estos cambios tan rápidos que se dan tanto en la parte social como dentro de las organizaciones, considero que las habilidades blandas que deben tener tanto un colaborador como el directivo son fundamentales y totalmente necesarias para desempeñarse en un ambiente laboral que de seguridad, tranquilidad y satisfacción que va a reflejarse en beneficio del colaborador, la empresa y la comunidad en su conjunto.
Whetten y Cameron (2022), señalan que las habilidades blandas o primarias “se encuentran en el corazón de las relaciones humanas eficaces, satisfactorias y productoras de crecimiento” (p. 3).
Las personas podrán tener excelentes habilidades duras, sin embargo, la empatía que se necesita en esta época, la capacidad de resolver conflictos que ahorren o no mal gasten recursos para las organizaciones, es lo que ofrece mejores resultados para todos. Lo primero que cada uno de nosotros debemos desarrollar son las habilidades personales (autoconciencia, manejo de estrés, un enfoque racional y creativo), seguido de las habilidades interpersonales (comunicación efectiva, autoridad con respeto, resolver conflictos), por último, las habilidades grupales (involucrar a los demás, fortalecer el trabajo en equipo, ayudar a incrementar las habilidades de los demás).
Las aportaciones de Rosa Mayela y Verenice Trujillo establecen una sólida base sobre la importancia de las habilidades blandas en el entorno laboral contemporáneo, enfatizando la comunicación efectiva y la inteligencia emocional. Siguiendo esta línea de pensamiento, quiero resaltar la sinergia que se crea cuando las habilidades blandas se entrelazan con las habilidades duras, particularmente en la adaptación a los cambios tecnológicos y culturales que caracterizan a los nuevos entornos de trabajo.
En este contexto, la capacidad de aprendizaje continuo emerge como una competencia crítica. Vivimos en una era donde la evolución tecnológica ocurre a un ritmo sin precedentes, lo que hace que el conocimiento técnico se vuelva obsoleto rápidamente. Aquí, las habilidades blandas como la curiosidad intelectual y la apertura al cambio se convierten en facilitadores clave para la adquisición y actualización de habilidades duras. La resiliencia, otra habilidad blanda crucial, permite a los individuos enfrentar los desafíos y fracasos inherentes al proceso de aprendizaje y adaptación.
Además, la creatividad y la innovación, alimentadas por una sólida inteligencia emocional y habilidades de resolución de problemas, pueden potenciar el uso de habilidades técnicas de manera que se generen soluciones novedosas y eficientes a problemas complejos. En un mundo donde los desafíos a menudo requieren enfoques interdisciplinarios, la capacidad de un individuo para integrar conocimientos técnicos con una comprensión empática y global de las necesidades humanas resulta indispensable.
Finalmente, las habilidades blandas fortalecen la colaboración interdisciplinaria, permitiendo que los equipos integren eficazmente diversas habilidades duras en proyectos complejos. Esto no solo mejora la eficiencia y la efectividad del trabajo en equipo, sino que también fomenta un ambiente de trabajo más inclusivo y diverso, donde diferentes perspectivas y habilidades se valoran por igual.
En resumen, las habilidades blandas no solo complementan las habilidades duras; en muchos casos, son el catalizador que permite que estas últimas se apliquen de manera más efectiva y humanista en los entornos laborales actuales. La interdependencia entre ambas categorías de habilidades es fundamental para navegar con éxito los desafíos y oportunidades de la era moderna.
