Los cambios constantes que sufre el mundo y nuestra sociedad actual, exige a las universidades a formar profesionales con habilidades blandas y duras que demanda el mundo laboral, siendo así, un papel elemental dentro de su formación profesional.

 

En este contexto, las habilidades blandas son las capacidades de comunicación, liderazgo, de tener empatía con los demás, poseer autocontrol, toma de decisiones, resiliencia y trabajo en equipo. Siendo que estas habilidades se centran en el ámbito emocional. (Ramírez, A. y Manjarrez, N., 2022)

 

Las habilidades blandas, con el paso del tiempo, se relacionan como un aspecto clave para mejorar los niveles de competitividad en las empresas, siendo una herramienta útil para enfrentar retos y desafíos en esta era digital, así mismo, propicia un crecimiento personal y un desarrollo humano dentro del ambiente laboral.

 

Las empresas hoy en día, además de requerir habilidades duras, también requieren habilidades blandas, como la empatía, el liderazgo y el trabajo en equipo.

 

Según un reporte del Foro Económico Mundial (WORLD ECONOMIC FORUM, 2016, p. 21), las habilidades blandas más importantes y requeridas por las empresas contemporáneas son: la coordinación con los demás, inteligencia emocional, negociación, persuasión, orientación al servicio y el entrenamiento y enseñanza a otros. Así como las habilidades relacionadas con la administración de recursos, tales como la administración de personas, la administración del tiempo y de los recursos financieros (Achury, L., 2020).