Las empresas de todo el mundo están viendo a la IA como una acción disruptiva, se espera que las organizaciones que implementan aplicaciones de IA obtengan beneficios en términos de valor añadido como aumento de ingresos, reducción de costos y mejora de la eficiencia terminal, en un estudio de MIT citado por Enholm, ( 2021), encontró que más del 80% de las organizaciones ven la IA como una oportunidad estratégica, y casi el 85% la ven como un medio para obtener ventaja competitiva y desde esta perspectiva están invirtiendo en tecnologías de IA, sin embargo Los beneficios esperados de la IA pueden estar ausentes incluso cuando las empresas invierten tiempo, esfuerzo y recursos en el proceso de adopción (Alsheibani et al., 2020).
La introducción de la IA en las operaciones organizativas señala un nuevo conjunto de barreras y desafíos como las señaladas por la ponente de este foro, pero que incluyen también la conexión de conocimientos entre dominios para desarrollar modelos precisos y significativos (Duan et al., 2019), la identificación, integración y limpieza de diversas fuentes de datos (Mikalef y Gupta, 2021), y la integración de aplicaciones de IA con procesos y sistemas existentes (Davenport y Ronanki, 2018).
Para capturar el valor potencial de la IA, las organizaciones necesitan comprender cómo superar estos desafíos, así como el potencial de agregación de valor de estas tecnologías, la investigación reciente como señala Alsheibani et al. (2020) sobre IA se centra más en una comprensión tecnológica de la adopción de IA, que en identificar los desafíos organizacionales asociados con su implementación, existe una falta de comprensión holística de cómo se adopta y utiliza la IA en las organizaciones, y cuáles son los principales mecanismos generadores de valor.