La formación de egresados con habilidades para la alta dirección es de vital importancia en el ámbito académico, ya que los futuros líderes empresariales necesitan adquirir las competencias necesarias para enfrentar los retos y desafíos que conlleva la alta dirección. Estas habilidades les permitirán tomar decisiones estratégicas, liderar equipos de trabajo y gestionar eficientemente los recursos de las organizaciones. Además, contar con una formación sólida en este campo contribuye al desarrollo de una visión global del entorno empresarial, lo cual es fundamental para la toma de decisiones acertadas y el éxito de las empresas en un mundo cada vez más competitivo. Dicha formación es sumamente relevante en el mundo empresarial actual. Estas habilidades permiten a los líderes empresariales enfrentar los constantes cambios en el entorno económico y adaptarse a las nuevas tendencias y tecnologías. Además, los líderes con habilidades para la alta dirección son capaces de identificar oportunidades de negocio, gestionar el talento humano de manera efectiva y establecer estrategias de crecimiento y expansión. En un mercado globalizado y altamente competitivo, contar con egresados capaces de liderar y dirigir organizaciones es fundamental para el éxito y la supervivencia de las empresas. El desarrollo de los egresados tiene una gran contribución al desarrollo económico de un país. Estos líderes empresariales están preparados para impulsar el crecimiento y la innovación en las organizaciones, lo cual genera empleo, mejora la productividad y fomenta la competitividad a nivel nacional e internacional. Así mismo, la formación en alta dirección implica un enfoque estratégico en la gestión de los recursos y una visión a largo plazo, lo cual favorece la generación de riqueza y el desarrollo sostenible. En este sentido, es fundamental para promover el progreso económico de una sociedad. La formación de egresados con habilidades para la alta dirección juega un papel clave en la mejora de la competitividad de las organizaciones. Estos líderes empresariales están capacitados para identificar y aprovechar ventajas competitivas, implementar estrategias innovadoras y tomar decisiones acertadas en un entorno empresarial dinámico. La formación en habilidades para la alta dirección fomenta la eficiencia y la eficacia en los procesos organizativos, lo cual se traduce en una mayor productividad y rentabilidad. La adquisición de estas habilidades contribuye a posicionar a las organizaciones en un lugar destacado dentro de su sector y les permite enfrentar de manera exitosa los retos del mercado.

Gonczi, A. (2002). Enseñanza y aprendizaje de las competencias clave. México.