Las IES en particular las escuelas de negocio tienen la gran responsabilidad mediática de integrar en sus asignaturas los principios de ética empresarial y por lo tanto el desarrollo sostenible en sus planes de estudio, especialmente en un contexto cambiante de acuerdo a las tendencias dominadas por la digitalización y la globalización. Esta integración no debe limitarse solamente a asignaturas aisladas, sino más bien debe estar intencionalmente integradas en todo el currículo mediante un enfoque transversal e interdisciplinario y multidisciplinario. En primer lugar, se debe considerar, el desarrollo de competencias éticas y sostenibles debe estar alineado con los avances tecnológicos, como la inteligencia artificial y el análisis de datos, dado que estas herramientas pueden tanto amplificar desigualdades como promover la inclusión si se diseñan con principios éticos (George et al., 2021).
En segundo lugar, una parte fundamental el aprendizaje experiencial, como los estudios de caso reales y los proyectos con impacto social o los llamados retos Empresariales, que permite a los estudiantes enfrentar dilemas éticos complejos y globales de manera activa. Esto es fundamental en un entorno en el que las decisiones empresariales ya no se limitan a lo local, sino que afectan cadenas de suministro, comunidades y mercados interconectados (Rasche, Morsing & Moon, 2017). Además, se debe preparar al profesorado, a través de la capacitación para que sea capaz de diseñar casos y enseñar ética y sostenibilidad con una visión crítica, incorporando herramientas digitales y enfoques multiculturales que reflejen la realidad global actual.
Finalmente, las alianzas con organismos internacionales y empresas comprometidas con la sostenibilidad pueden enriquecer los planes de estudio, asegurando que los contenidos estén alineados con las prácticas del mundo real y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. De este modo, las escuelas de negocio no solo forman líderes técnicos, sino agentes de cambio capaces de equilibrar el crecimiento económico con la equidad social y la protección ambiental (Haski-Leventhal, 2020).
En el contexto actual, donde la digitalización y la globalización transforman constantemente el mundo empresarial, es fundamental que las escuelas de negocio integren de manera efectiva los principios de ética y sostenibilidad en sus planes de estudio. Ya no basta con formar líderes eficientes; se necesitan líderes responsables que comprendan las implicancias sociales y ambientales de sus decisiones.
Para lograr esto, las escuelas deben adoptar un enfoque transversal. Es decir, la ética empresarial y el desarrollo sostenible no deben enseñarse como materias aisladas, sino estar integradas en todos los cursos, desde finanzas hasta estrategia y tecnología. Además, es clave que se fomente el pensamiento crítico frente a dilemas éticos reales y se promuevan modelos de negocio que generen valor no solo económico, sino también social y ambiental.
La digitalización ofrece una gran oportunidad para este cambio, al facilitar el acceso a simulaciones, estudios de caso interactivos y herramientas de análisis de impacto social y ambiental. Por su parte, la globalización exige que los futuros profesionales comprendan los efectos de sus decisiones en contextos culturales y económicos diversos.
Según un informe del United Nations Global Compact & PRME (2021), solo el 38% de las escuelas de negocio encuestadas reportan una integración completa de los ODS en sus planes de estudio, lo que evidencia una gran área de mejora para alinear la educación empresarial con los desafíos actuales del planeta.
En resumen, integrar ética y sostenibilidad no es una opción complementaria, sino una prioridad urgente si queremos formar líderes preparados para un entorno global complejo, digital y en transición hacia modelos más sostenibles.
